Entrevista con el Experto: Día mundial del Cáncer de Mama.

La Dra. Meritxell Arenas finalizó la especialidad de Oncología Radioterápica en el año 2000, y desde entonces trabaja en el Servicio de Oncología Radioterápica en el Hospital Universitario Sant Joan de Reus, siendo la Directora del Servicio desde el año 2010. En el año 2008 presentó su tesis doctoral con la calificación de sobresaliente cum laude. Autora de 92 artículos en revistas científicas, 220 comunicaciones en congresos y 40 capítulos de libros. Es profesora de la Universidad Rovira i Virgili, profesora de la Sociedad Europea y vocal de la SEOR. Experta en cáncer de mama.

¿Cuáles son las claves de la personalización del tratamiento en la Oncología Radioterápica?

Desde hace décadas los tratamientos radioterápicos se planifican de manera individual adaptándolos de forma precisa a la anatomía del paciente, a la forma del tumor y protegiendo los órganos sanos vecinos de forma segura; asimismo disponemos de estudios en los que se conocen cuáles son los tumores más radiosensibles, es decir, que responden mejor a la radioterapia, y cuáles son los más radioresistentes.

En estos últimos años, los avances en la personalización de los tratamientos de radioterapia van dirigidos a adaptar los esquemas de radioterapia en función del subtipo molecular de cáncer, minimizando las sesiones de radioterapia y disminuyendo los tiempos totales de tratamiento. También las investigaciones están intentando conseguir biomarcadores que nos permitan conocer la respuesta al tratamiento radioterápico antes de empezar el mismo, así como los posibles efectos secundarios. Es muy importante conocer bien el subtipo de tumor para predecir la respuesta a los tratamientos oncológicos.

¿Cuál es el papel de la Inmuno Radioterapia en este futuro de esperanza?

En los últimos años, la inmunoterapia se contempla como una de las líneas más prometedoras en el futuro del tratamiento del cáncer. Se está demostrando que el sistema inmunológico tiene un papel importante en la eliminación de los tumores y en la inducción de respuestas inmunológicas antitumorales en los pacientes. De este modo, se puede aumentar la supervivencia y/o la respuesta terapéutica en estos pacientes. Por otro lado, la radioterapia induce la liberación de antígenos que activan el sistema innato inmunológico lo cual favorece la acción de la inmunoterapia. Por tanto, la combinación de ambos tratamientos puede suponer un avance muy importante en el tratamiento del cáncer. Existen ya estudios clínicos en pacientes con cáncer de mama metastásico, en los que se combina la radioterapia sobre las metástasis óseas y la inmunoterapia.

He leído que se podría evitar la mastectomía en alrededor del 70% de las mujeres diagnosticadas con cáncer de mama, sin que esto influyera negativamente en su curación. ¿En qué factores se basa la elección de la cirugía conservadora de la mama? ¿Y cuál es el papel de la Radioterapia en dicha conservación?

Diferentes estudios que empezaron a llevarse a cabo hace más de 25 años demostraron que la cirugía conservadora de la mama seguida de radioterapia es equivalente a la mastectomía en términos de recidiva local y de supervivencia a más de 20 años de seguimiento. El tratamiento conservador de la mama (que se define como cirugía conservadora seguida de radioterapia) supone una gran ventaja para la paciente, ya que evita cirugías más agresivas y mutilantes. Si nos fijamos en otro tipo de tumores, la radioterapia permite cirugías más conservadoras en otras localizaciones (e incluso evitar la cirugía), como por ejemplo en tumores de laringe donde se pueden evitar laringuectomías con las secuelas que comporta una mutilación. En los últimos años, y gracias al análisis de los resultados observados en cientos de miles de pacientes incluidas en las grandes bases de datos, se apunta la posibilidad real de que el tratamiento conservador conceda ventajas frente a la mastectomía en términos de curación y supervivencia, gracias al efecto sistémico (general) que la radioterapia local tiene sobre el resto de microfocos circulantes de cáncer que pudieran existir en el resto del cuerpo. Además, los resultados de los estudios conocidos en estos últimos años permiten asegurar que la radioterapia de las áreas ganglionares de la axila es tan eficaz como la cirugía de vaciamiento axilar y puede sustituir en determinados casos a la misma, disminuyendo así el riesgo de desarrollar un linfedema en el brazo durante los años posteriores.

Estas decisiones deben realizarse dentro de un equipo multidisciplinar, donde las diferentes especialidades implicadas en la prevención, diagnóstico y tratamiento deciden la mejor opción para la paciente.

Los test genéticos, que permiten evitar el empleo de la quimioterapia en las pacientes que no la precisan, ¿son fiables y aconsejables en todos los casos?

Existen determinados tumores en cáncer de mama, donde realizar este tipo de test genético para conocer el riesgo del cáncer de mama permite definir de manera mucho más concreta el tipo de tratamiento que la mujer necesita, evitando quimoterapias innecesarias que no están exentas, en ocasiones, de importantes efectos adversos.  Recientemente, se han presentado los resultados de un estudio que ha demostrado que alrededor de un 70% de las pacientes con cáncer de mama en estadio inicial no necesitan recibir quimioterapia tras la cirugía, evitando los efectos secundarios de la misma.

¿Cuáles son las medidas más apropiadas para prevenir el cáncer de mama?

El cáncer de mama es la neoplasia maligna más frecuente entre la población femenina. Su aparición está condicionada por diferentes factores de riesgo en los que se incluyen: factores genéticos (mutación del gen BReast Cancer gene (BRCA)), factores reproductivos y endocrinológicos, el consumo de anticonceptivos orales, la ausencia de paridad, la menarquia temprana y la menopausia tardía, hábitos tóxicos como el alcoholismo, la falta de actividad física y la presencia de obesidad como consecuencia de un estilo de vida poco saludable (dieta desequilibrada y sedentarismo), entre otros. También es muy importante participar en estudios de cribaje o de screening para diagnosticar de manera más precoz el cáncer.

También sabemos que el cáncer aumenta con el envejecimiento, siendo la edad avanzada uno de los principales factores de riesgo de presentar cáncer.

Podemos reducir el riesgo evitando estos factores de riesgo, aunque no existe una fórmula mágica para evitarlo completamente. Lo más importante es llevar una vida sana, realizar las revisiones periódicas necesarias y consultar siempre sin demora ante cualquier anomalía que una mujer se detecte en sus mamas.

 ¿Qué novedades podrían destacarse en el último año de la radioterapia del cáncer de mama?

En los últimos años, se han producido avances con la administración de nuevas técnicas como son: la radioterapia de intensidad modulada (IMRT), la radioterapia guiada por la imagen (IGRT), la braquiterapia de alta tasa de dosis (High-Dose-Rate, HDR), la radioterapia estereotáctica extracraneal (Stereotactic Body RadioTherapy, SBRT), la terapia de protones y la radioterapia intraoperatoria. Estas técnicas permiten poder precisar mejor la dosis de radioterapia que recibe el tumor y proteger los tejidos sanos de alrededor para poder minimizar el riesgo de toxicidad.

También se han producido avances que permiten reducir el tiempo total de tratamiento de las 6-7 semanas (que se realizaba antes a todas las mujeres), a sólo 3 semanas. Estos esquemas se denominan esquemas de hipofraccionamiento, habiendo ya estudios muy avanzados donde se pretende demostrar igual eficacia administrando la radioterapia en una sola semana. También en algunas pacientes es posible realizar la radioterapia en el mismo acto quirúrgico tras la exéresis del tumor, gracias a la existencia de aceleradores lineales portátiles que pueden llevarse dentro del quirófano.

Por otro lado, también estamos viendo avances en la disminución del volumen de tratamiento, pasando de realizar la radioterapia de toda la mama a sólo el cuadrante afecto de tumor, esta técnica se denomina irradiación parcial de la mama y existen algunas pacientes en las que se puede indicar.

¿Le gustaría añadir algo que usted considere importante para que nuestros lectores conozcan mejor el cáncer de mama?

La Radioterapia es un pilar fundamental en el tratamiento del cáncer de mama para reducir la tasa de recaídas locales y aumentar la supervivencia. Aproximadamente, el 90% de las pacientes con cáncer de mama realizan tratamiento con radioterapia y se estima que, en el año 2035, 12 millones de personas en el mundo necesitarán de su administración.

Es un tratamiento que por lo general se tolera muy bien y que los avances tecnológicos nos permiten proteger todavía mejor a los órganos sanos circundantes, como son el pulmón y el corazón.

El futuro del tratamiento de cáncer de mama está en realizar cirugías más conservadoras a nivel axilar, evitando la linfadenectomía en los casos en  los que sea posible y con lo que ahorraremos los posibles efectos secundarios derivados de la cirugía. Es por eso que en estos casos la radioterapia toma un papel muy importante para tratar estas zonas que no se tratarán con cirugía.

Otro campo en el que el paradigma del tratamiento está cambiando es en los casos de cáncer de mama con pocas metástasis, gracias a las novedosas técnicas de radioterapia, como la SBRT, con la que se puede administrar dosis altas con una intención radical o curativa. Hoy en día, por tanto, en algunos casos la presencia de metástasis no significa no poder intentar un tratamiento curativo de la enfermedad.

Los avances terapéuticos en el cáncer de mama son indudables, estos avances están permitiendo aumentar la supervivencia del mismo, y gracias a ellos el incremento anual estimado es de alrededor de 1,5%.