Hace pocos meses, a finales de 2018, se ha publicado en España la traducción al castellano de la obra de una escritora inglesa, Kate Moore, que ha investigado la historia de una serie de mujeres jóvenes que sufrieron graves efectos indeseables a consecuencia del manejo del Radio.
Durante la primera Guerra Mundial, surgió la necesidad que los soldados pudieran ver la hora en sus relojes durante la noche sin necesidad de encender ninguna luz que pudiera delatarlos. La mezcla de sales de Radio con la pintura que se utilizaba para pintar las esferas y manecillas de reloj proporcionaba una luminosidad fosforescente que solucionaba el problema.