Cuidar la alimentación, hacer actividad física y llevar un estilo de vida saludable, puede ayudar a reducir el riesgo de cáncer.
Los hábitos saludables no sólo nos protegen del cáncer sino que nos alejan de muchas otras patologías, además de aumentar el bienestar y mejorar nuestro aspecto físico. Lo que comemos, la falta de actividad física, el exceso de sol, la contaminación del medio ambiente, el alcohol y sobre todo el tabaco son los principales factores de riesgo de cáncer por delante de la predisposición genética.
Con el conocimiento de estos factores podemos intervenir positivamente al menos en algunos de ellos y reducir el riesgo de desarrollar algún proceso oncológico.
- El 30% de las muertes por cáncer se producen a causa del tabaco.
- El 90% de las personas con cáncer de pulmón son fumadoras.
- El 40% de los fallecimientos por dolencias oncológicas están relacionados con el sobrepeso y la alimentación.
- Entre el 50% y el 70% de los tumores en la piel están asociados al sol.
- El 3,5% de las muertes por cáncer son atribuibles al alcohol.
Hábitos alimenticios
Algunos alimentos y las vitaminas, minerales y otros nutrientes que los constituyen pueden elevar o reducir el riesgo de cáncer.
Ejercicio
Hacer actividad física de moderada a enérgica como parte de su estilo de vida reduce el riesgo de cáncer.
Estilo de vida
Llevar un estilo de vida anticáncer es una opción que se debe considerar para disminuir las probabilidades de desarrollar algún tipo de cáncer.