Os adjuntamos la carta con el posicionamiento de la Sociedad Española de Calidad Asistencial ante la pandemia provocada por el COVID-19 que nos hacen llegar desde la SECA.
Comunicado SECA
Desde la Junta Directiva de la Sociedad
Española de Calidad Asistencial (SECA) queremos expresar nuestro
reconocimiento a la difícil labor que las autoridades sanitarias de
todas las Administraciones del Estado está asumiendo en estos momentos
y, particularmente, al tremendo esfuerzo y ejercicio de responsabilidad
que los profesionales de la salud (tanto de instituciones públicas como
privadas) y el conjunto de colectivos profesionales
que les están ayudando en hospitales, centros de salud y otros
dispositivos asistenciales están realizando para paliar los devastadores
efectos de la pandemia de coronavirus (SARS‐CoV‐2).
Este conjunto de profesionales, con su trabajo, son quienes cada día mantienen en marcha toda la estructura de nuestro sistema de salud y, como se ha hecho patente, en circunstancias adversas extremas. Del mismo modo que otros colectivos, como agricultores, transportistas, empleados de grandes superficies o de empresas del sector de la alimentación, policía, fuerzas armadas, entre otros, están sosteniendo nuestra vida diaria con su dedicación.
Desde SECA queremos agradecer la respuesta responsable que está dando la ciudadanía ante las medidas de confinamiento (#quedateencasa) y sus muestras de cariño hacia los profesionales del sector salud y, también, la respuesta comprensiva de los pacientes y sus familiares que están sufriendo directamente los efectos de esta terrible pandemia. Sentimos que se hayan producido demasiados resultados adversos y enviamos nuestras condolencias a quienes han perdido a un ser querido, máxime porque en demasiados casos ese fallecimiento se ha producido tristemente alejado de los suyos.
En SECA perseguimos la mejora de la
calidad de la asistencia sanitaria y que ésta se preste en un entorno
seguro, lejos de posicionamientos políticos. Por esta razón, no podemos
resistirnos a mostrar nuestra repulsa a informaciones partidistas,
confusas o que buscan rédito electoral cuando la actual situación está
pidiendo de todos nosotros un completo compromiso con nuestras
responsabilidades.
Entendemos la tremenda dificultad que entraña el abordaje de un problema
de las dimensiones del que está ocasionando la actual pandemia y somos
conscientes de que el momento actual requiere una actuación conjunta y
decidida para lograr lo más importante: recuperar a los pacientes,
evitar nuevos casos y volver a la normalidad. No obstante, no sería
justo con nuestros valores, objetivos y compromiso con la sociedad,
callar ante situaciones en las que la precipitación puede llevar a
situaciones peores a las que se intenta dar solución, en las que se
busca con la propaganda sustituir el cumplimiento de protocolos y
procedimientos contrastados para afrontar las necesidades de los
pacientes con COVID‐19, no pensando tampoco en qué haremos “al día
siguiente” para paliar las secuelas de esta tremenda crisis sanitaria.
Desde nuestro absoluto respeto a quienes se ven en la difícil tarea de liderar las respuestas ante esta pandemia y siendo conscientes de la enorme dificultad del momento, no podemos olvidar que, incluso en estas circunstancias, la seguridad de los pacientes, de los profesionales y una adecuada calidad de la asistencia sanitaria deben perseguirse en las decisiones y en su ejecución. Tenemos que salir de esta crisis sin dejar atrás víctimas evitables.
Desde SECA queremos poner énfasis especialmente en los siguientes aspectos:
1.‐ Garantizar la seguridad de pacientes y de profesionales.
En este sentido, además de procurar los medios y equipos que permitan
una prestación adecuada de la atención sanitaria que se requiera en cada
momento, es necesario confeccionar protocolos para garantizar que las
actuaciones de los profesionales y los flujos y atención a los pacientes
estén organizados, estructurados y con garantías de que se evitan
contagios donde menos se espera que sucedan: los centros sanitarios.
Para ello, es de vital importancia que los servicios de prevención de
riesgos laborales de los centros sanitarios ejerzan su labor apartando a
los profesionales contagiados el tiempo suficiente para evitar más
contagios.
2.‐ Organizar los niveles de atención de forma coherente con nuestra experiencia y capacidad.
Nuestra estructura de Atención Primaria tiene capacidad para actuar como
primera línea en el triaje, diagnóstico y tratamiento de casos COVID‐19
leves. Las actuaciones que reducen sus funciones o que desarticulan su
capacidad de actuación colapsarán aún más los hospitales. Las decisiones
que han adoptado otros países son valiosas, pero deben adaptarse, en su
traslación a nuestro país, considerando las diferencias, precisamente,
en la organización y capacidad de nuestra Atención Primaria, nunca lo
suficientemente reconocida.
3.‐ Responder de forma proporcional a las necesidades actuales sin sacrificar calidad y seguridad.
La colaboración de cadenas hoteleras ofreciendo sus instalaciones para
pacientes leves, personas en aislamiento, pacientes mayores y
vulnerables que son sacados de las residencias, o para profesionales que
buscan evitar contagiar a sus familiares, parece una solución
apropiada. Estas estructuras son lo más parecido a un hospital de baja
complejidad (zonas de atención e información, conexiones a internet y
wifi potente, cocinas, zonas sucias y limpias, habitaciones
individuales, televisiones, cuartos de baños individuales, aislamiento
mediante puertas, ventanas para airear y correcta climatización) y su
reconversión para atender a este perfil de personas parece más accesible
que la creación de grandes infraestructuras.
4.‐ Puesta en marcha de hospitales de campaña.
La puesta en funcionamiento de nuevas infraestructuras (por ejemplo, los
hospitales de campaña) puede paliar la necesidad de camas en los
hospitales. Pero hay que tomar conciencia de que las decisiones que se
adopten sobre estas nuevas instalaciones no pueden defraudar las
expectativas de la sociedad, los pacientes y los profesionales. Será
necesario aplicar los protocolos y procedimientos con el rigor que se
requiere en este
momento y no sacrificar estos requerimientos movidos por la urgencia de la situación.
5.‐ Asegurar la moral laboral del conjunto de profesionales desbordados, desmoralizados y agotados.
Realizar una correcta planificación de las necesidades del personal de
las instituciones sanitarias en los meses siguientes al fin de esta
pandemia, teniendo en cuenta las tasas
de contagios y el agotamiento de estos.
6.‐ Planificar la postpandemia.
Confeccionar un plan de restablecimiento de la situación que tenga en
cuenta a la propia pandemia COVID‐19 y al conjunto de actuaciones
sanitarias de vital importancia que se han dejado de hacer y que pueden
impactar muy negativamente en la población.
Para concluir, como Sociedad Científica, nos ponemos a disposición de las autoridades sanitarias para contribuir a desarrollar actuaciones que ayuden a la solución del problema.