Nota de prensa: Día Mundial del Cáncer de Mama.


El tratamiento de radioterapia para casos de cáncer de mama se reduce de tres semanas a una sola por la pandemia COVID-19    

  • El doctor Ángel Montero, coordinador del Grupo de Mama de SEOR, destaca la adaptación de los oncólogos radioterápicos durante la pandemia para evitar contagios en los pacientes

Madrid.La Sociedad Española de Oncología Radioterápica (SEOR), con motivo del Día Mundial del Cáncer de Mama, ha destacado la reducción del tratamiento de radioterapia para este tipo de tumor de las tres semanas estándar a apenas una semana por la pandemia COVID-19. Según ha explicado el doctor Ángel  Montero, coordinador del Grupo de Mama de este colectivo, ha explicado que este cambio ha permitido “disminuir el número de visitas necesarias al hospital, así como el posible riesgo de contagios no deseados”. Se trata, en definitiva de una adaptación al nuevo escenario sanitario, que ha conllevado que “la paralización en la realización de pruebas diagnósticas a la población asintomática puede ocasionar un riesgo de retraso en el diagnóstico y en el inicio de los tratamientos, así como un acúmulo de los mismos una vez superada la fase más severa y restrictiva de la pandemia”.

El doctor Montero ha subrayado en este sentido que los oncólogos radioterápicos han adoptado esquemas de cinco días de duración para la mayoría de mujeres, de ahí que han permitido reducir la duración de la radioterapia a apenas una semana. El coordinador del Grupo de Mama de SEOR ha aludido así a la puesta en marcha de esquemas combinados de radioterapia y quimioterapia o radioterapia y hormonoterapia preoperatorios, “retrasando así el momento de la cirugía en unas circunstancias que no permitían disponer de quirófanos limpios abiertos”. Otro de los cambios que ha llevado consigo la adaptación a la pandemia ha sido la teleconsulta como “una herramienta que permite optimizar el flujo de consultas, especialmente de revisiones tras tratamiento, permitiendo liberar espacio hospitalario seguro para primeras consultas de planificación de tratamiento tras el diagnóstico”.

Otro de los asuntos de los que se ocupado el doctor Montero con motivo del Día Mundial del Cáncer de Mama es la investigación. El oncólogo radioterápico se ha referido a los estudios que, tanto en España como en otros países, están explorando distintas alternativas con radioterapia en cáncer de mama. Entre estos avances figura la administración de radioterapia limitada exclusivamente a la zona donde asentaba el tumor, la llamada irradiación parcialde la mama, que permite reducir la intensidad y duración del tratamiento. Otro de ellos es la administración de radioterapia durante el acto quirúrgico, inmediatamente después de que el cirujano haya extirpado el tumor como sucede con la radioterapia intraoperatoria. También ha apuntado a la administración de la radioterapia antes de la cirugía de manera preoperatoria en casos seleccionados, que permite reducir e incluso eliminar el tumor antes de que este sea extirpado, aumentando así las tasas de curación y mejorando el resultado estético final. “Tres opciones que son tan solo una muestra de la enorme potencialidad evolutiva y de desarrollo que tiene la radioterapia en el cáncer de mama”, ha matizado el doctor Montero.

El coordinador del Grupo de Mama de SEOR ha manifestado, por último, la importancia de la radioterapia como “pieza clave y fundamental para el mejor tratamiento y la mayor supervivencia del cáncer de mama”. Actualmente, ha explicado, “se considera tratamiento estándar del cáncer de mama localizado la realización de una cirugía parcial conservadora de la mama  seguida siempre de radioterapia sobre la mama restante, tratamiento este que asocia excelentes resultados a la par que permite conservar la mama, su estética y funcionalidad”.

En términos del doctor Ángel Montero, la radioterapia actual “es enormemente eficaz, extraordinariamente precisa y segura  un tratamiento con un balance coste/beneficio altamente satisfactorio”. Las tasas de curación de este tipo de tumor, ha continuado, han evolucionado de manera muy favorable en las últimas décadas, motivado “tanto por los avances en el diagnóstico precoz, que permite tratar tumores en etapas iniciales lo que favorece el resultado final a largo plazo, como por las mejoras observadas en los tratamientos, con una cirugía cada vez más limitada a la enfermedad tumoral y que permite asegurar y preservar los tejidos sanos evitando, en muchos casos, la necesidad de practicar grandes mastectomías o vaciamientos ganglionares axilares extensos que no estaban exentos de efectos secundarios a veces importantes; con una quimioterapia cada vez más individualizada y dirigida a cada tumor”. Todo ello está permitiendo mejorar su eficacia y tolerancia; y con una radioterapia precisa, segura y eficaz que permite “adaptar los tratamientos a cada mujer asegurando los resultados y mejorando la calidad de vida de nuestras pacientes”.